viernes, 30 de abril de 2010

DESPERTAR

Lucila se despertó con el amanecer aquella mañana del mes de abril. Cuando abrió el ventanal de su casa y salió a la terraza que daba al mar, percibió un extraño fenómeno, al menos era algo completamente nuevo para ella: los primeros rojos del día parecían volver de un encuentro apasionado con los naranjos en flor de los huertos cercanos; un intenso olor a azahar la envolvió. Cuando el sol fue surgiendo del horizonte del agua, parecía una enorme naranja, una fruta prohibida que cegaba al que osaba poner sus ojos en ella. Se sintió alentada con tan intensas sensaciones. Sin embargo, una idea fija rondaba su cabeza desde que se había despertado, un buen rato antes de levantarse de la cama. Se fue al cuarto de baño, cogió una cuchilla de afeitar bien afilada y, sin dudarlo un instante, sesgó de dos certeros y firmes tajos sus venas eróticas. La muerte de sus fantasías sobrevino con rapidez y Lucila decidió no llevar luto por ellas. Horas más tarde entregó su cuerpo al sol y a la brisa sin reparos, olvidando el epitafio que quedó sobre su tumba:

AQUÍ YACEN LAS FICCIONES Y ESPEJISMOS
DEL AMOR INSATISFECHO
DESCANSEN EN PAZ

lunes, 26 de abril de 2010

La balada del café triste por Carson McCullers

"Bajo el título de uno de ellos, La balada del café triste, se agrupan en este libro varios de los relatos más significativos de la singular y sutil narrativa de Carson McCullers, que han accedido ya a la consideración de clásicos de la moderna literatura norteamericana y constituyen incursiones en la silenciosa, secreta y sagrada intimidad del alma de sus personajes.

«Wunderkind», «El jockey», «Madame Zilensky y el rey de Finlandia», «El transeúnte», «Dilema doméstico» y «Un árbol. Una roca. Una nube» custodian esta balada de impronta inconfundible en la que la frontera entre la prosa y la poesía se disuelve con maestría.

Narrados con un prodigioso sentido de la construcción, los relatos de Carson McCullers alcanzan una resonancia interior que va mucho más allá de su sencilla y directa observación de la realidad. El mundo punzante, desesperanzado y profundamente poético de Carson McCullers constituye, en palabras de Edith Sitwell el legado de «una escritora trascendental»."

UN NARRADOR EN BUSCA DE PERSONAJES

Una fría mañana de diciembre, nuestro narrador comienza el día eludiendo sus deberes patrios debido a su agotamiento físico y psíquico. Se sienta a la mesa frente a su ordenador decidido a encontrar al personaje que pueda darle vida a una gran historia. No tiene nada previsto, sólo un compromiso adquirido en su reunión semanal de escritores aficionados. Ha de contribuir con un cuento breve. Un cuento en el que algo pase y algo se solucione. Un cuento en el que se tenga presente el espacio en el que se desarrollan los hechos. Cuando llega a este punto siempre recuerda la frase que quedó grabada en su memoria, aunque ha olvidado a quién pertenece. La frase dice que “Hay callejones que invitan a un asesinato”. De todas formas las sentencias, como la poesía, son de quienes las necesitan y no de quienes las escriben, recuerda haber oído en la película de El cartero y Pablo Neruda. También es fundamental, en un cuento que se precie, prestarle especial atención al tiempo, ya que todo lo que sucede en el mundo está sujeto a su paso incesante e inmisericorde. Pero aquí el creador puede saltarse sus estrictas leyes y hacer que los minutos duren horas o las horas minutos, alargando o acortando el tiempo a su antojo, yendo hacia atrás o hacia delante, intercalando elipsis y tiempos muertos, todo ello, sin embargo, necesita una gran maestría para mantenerse dentro de la lógica y la coherencia del relato. Luego viene el narrador. El nuestro gusta de la omnisciencia por aquello de su semejanza divina y de su poder con respecto a los personajes, y además porque es un cotilla y le gusta estar enterado de todo, aunque de vez en cuando no desdeña la primera persona que le permite contar episodios de su propia vida. Hoy el relato había de centrarse en los personajes y prestarles una especial dedicación. Pero nuestro narrador se encuentra seco y falto de imaginación. No sabe qué personaje o personajillo sacarse de la manga, añora las habilidades del mago y le viene a la cabeza la última película de Wody Allen, Scoop, y envidia la gran inventiva de este medio perverso, loco del clarinete. En ella da vida a un mago que se ve inmerso en la investigación de un miembro de la alta sociedad londinense, sospechoso de ser el autor de una serie de asesinatos, colaborando con una hermosa estudiante de periodismo que no es otra que la deslumbrante Scarlett Johansson. Que mal repartido está el ingenio, piensa nuestro narrador, y se concentra en encontrar a su personaje. Deberíamos oírle hablar, piensa, para que él mismo se muestre, pero las únicas voces que llenan su cabeza son las de la rebelión de doscientos alumnos en desacuerdo con sus calificaciones, todos hablando a la vez y exigiendo una explicación de su fracaso. Son esos que se han pasado el trimestre hablando con el de al lado, faltando a clase, los que nunca han tenido ninguna duda. Hay otros, los menos, que están callados, y esperan pacientes el fin del conflicto. Total que nos hemos quedado sin espacio, sin tiempo, sin personajes, sin historia... Sólo nos queda un narrador frustrado que a pesar de todo ha conseguido llenar una página.

sábado, 24 de abril de 2010

"Del cuento breve y sus alrededores" por Julio Cortázar

Alguna vez Horacio Quiroga intentó un Decálogo del perfecto cuentista,  cuyo mero título vale ya como una guiñada de ojo al lector. Si nueve de los preceptos son considerablemente prescindibles, el último me parece de una lucidez impecable: “Cuenta como si el relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida en el cuento”.

Leer texto completo en:

jueves, 22 de abril de 2010

ÚLTIMO ROUND

Las ediciones originales de La vuelta al día en ochenta mundosy Último Round con el diseño de Julio Silva, actualmente son inhallables y son joya preciada de bibliófilos y coleccionistas de libros. Después de más de treinta años sin reimprimirse, RM pone a disposición de los lectores La vuelta al día en ochenta mundos y Último Round en el formato original concebido por Julio Cortázar y Julio Silva. 
http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/cortazar/round.htm

miércoles, 21 de abril de 2010

ALICIA III

El conejo blanco
Por Manuel Gutiérrez Aragón

Es imposible no echar a correr tras un conejo blanco que lleva un reloj al que consulta continuamente, es imposible aunque se esté tendido bajo la sombra, un día de verano a la hora de la siesta. El Conejo Blanco siempre tiene prisa, es el representante de un tiempo veloz y desatinado. El Sombrerero y la Liebre de Marzo, en cambio, pertenecen a un mundo en que el tiempo no corre. Que el tiempo no funcione produce mucha más intranquilidad que el que corra, pase, se pierda.
No sé en qué época exacta de mi niñez leí por primera vez Alicia, pero sí que su comienzo me pareció más irremediable y atractivo que su final. Imposible el conejo, fatal su conejera, en la que transcurre todo el cuento, sin días ni noches. Una madriguera de hongos alucinógenos y pasteles drogados. La caída libre de Alicia en ese agujero sin fin nos lleva al cuento mismo, al interior de la historia. Pero el elegante Conejo Blanco no reaparece para tranquilizarnos, su cuántica expresión temporal siempre le hace marcharse cuando queremos preguntarle algo.
Tuve esa sensación desde niño, que el Conejo no daba respuestas. El cuento contado y luego escrito por Dodgson -tartamudo y zurdo, por cierto- tiene tal cantidad de significados que unos se montan sobre los otros, como fichas de estudio caídas de pronto al suelo. Uno termina por remontar el sentido: los conejos blancos que llevan reloj en el chaleco son, en realidad, conejos blancos que llevan reloj en el chaleco. Es terrible. -

Manuel Gutiérrez Aragón

domingo, 18 de abril de 2010

Cumpleaños


©valeria nieves


Las mujeres crecemos como café soluble: instantáneamente. Nos disolvemos en los problemas y luego meditamos sobre lo que ha pasado.

Sobrenadamos en cada pequeño instante vital y las lágrimas son la salpicadura de la zambullida. Nos sacudimos con el seísmo y simplemente se desprenden provocando un cierto desapego.
Eso nos permite ignorar los cumpleaños.

miércoles, 14 de abril de 2010

P 2: UN SUEÑO ROTO

En las aguas turbias de un sueño roto,
busco los restos de un fracaso.

Hay una casa grande en una ciudad amorfa,
una chimenea sin fuego,
un calor de radiadores,
un frío en las entrañas tristes de la tarde.

Hay una casa grande
donde suceden pasillos interminables
que no encuentran las alcobas
en las que un día sonreímos con el gateo de un niño.

Hay una chimenea sin fuego,
un amor que se perdió en el tiempo,
un ramo de lilas de cuando entonces,
de cuando ella aún sonreía a la vuelta del paseo.

Hay un fuego lento en la cocina
que tantas veces ardió de amor y condimentos.

Hay una noche tenebrosa
en la que ella cantaba,
con una voz que aterraba a la oscuridad.
Por los largos pasillos
a la hora del sueño.


En las aguas turbias de una vida gris,
en la que nada fue suficiente,
repaso las horas,
entretejiendo los hilos de la nada.

martes, 13 de abril de 2010

ALICIA II

El espejo
Por Clara Sánchez

Hay un salón delante del espejo y otro detrás. En el de detrás todo funciona al revés, la realidad se ha invertido y Alicia se siente extraña, tiene que interpretar cada cosa por primera vez. ¿Quién no se siente como Alicia alguna vez al día? ¿Cuántas veces caemos en el mundo al revés sin darnos cuenta? Como el enorme y monstruoso Polifemo que se inclina sobre su espejo, el mar, en un día en calma y se encuentra hermoso. Narciso va más allá aún y se enamora de sí mismo hasta morir. No de sí mismo, sino del que tiene enfrente que es y no es él y que además está en otro sitio: en el agua. Parece que hemos venido a este mundo con un espejo en el cerebro, que es la proyección del yo en las cosas. En las aguas, en las piedras pulidas, en el metal brillante o en el cristal hemos buscado nuestro reflejo desesperadamente. Y a veces más que mirarnos nos asomamos a sus reflejos para descubrir el futuro o para liberarnos de nuestra pequeña realidad.
La mitología está llena de aguas mágicas que actúan como puertas a otras dimensiones desconocidas y lo mismo ocurre con los espejos mágicos, donde se pretende encontrar los lados ocultos del espacio y atravesar la frontera del tiempo. Desde los celtas, a los orientales, pasando por los griegos, todos han encontrado en el espejo la forma de viajar al otro lado de la realidad. Como Alicia, que cuando mete las manos en el espejo, éste se deshace como el agua. Qué audacia la de hacer que la niña atraviese el espejo físicamente, aunque al final la mente lógica y científica de Carroll lo convierta en sueño. Hoy por hoy no existe mejor espejo que el sueño para liberarnos del mundo al derecho.

Clara Sanchez

lunes, 12 de abril de 2010

Convocatorias para antesdeayer

No queda mucho tiempo, pero...        30/04/10
 http://www.escritores.org/index.php/recursos-para-escritores/concursos-literarios/1872-ii-concurso-de-relato-corto-canyada-dart

Más sabrosón y también con premura: 1.200€         01/05/10
http://www.escritores.org/index.php/recursos-para-escritores/concursos-literarios/1753-xxxix-concurso-internacional-de-cuentos-de-guardo

Otro: "Sobre tu tumba" 600€         03/05/10
http://www.escritores.org/index.php/recursos-para-escritores/concursos-literarios/1990-tercer-concurso-nacional-de-mini-relatos-de-la-asociacion-aragonesa-de-escritores

De mujeres: 2.750€           07/05/10
http://www.escritores.org/index.php/recursos-para-escritores/concursos-literarios/1903-ix-certamen-de-narrativa-breve-mujeres-sujeto-u-objeto-en-los-medios-de-comunicacion

Minirelato: 1.500€          21/05/10
http://www.escritores.org/index.php/recursos-para-escritores/concursos-literarios/2083-9o-edicion-del-premio-literario-carlos-casares-de-microrrelato

Cuentos "Miguel de unamuno" 6.000€         31/07/10
http://www.escritores.org/index.php/recursos-para-escritores/concursos-literarios/1888-xlvi-premio-internacional-de-cuentos-qmiguel-de-unamunoq-2010

Microrrelatos:  1.000€             30/08/10
http://www.escritores.org/index.php/recursos-para-escritores/concursos-literarios/1328-quinto-concurso-de-microrrelatos-parentesis

sábado, 10 de abril de 2010

ALICIA I

Alicia en el bosque
Por Ouka Leele

Alucinada, la niña llega a la ventana del mundo real, y allí encuentra que la reina se mueve por los latidos del corazón y que el sombrerero corre al ritmo de un reloj intempestivo gracias al cual siempre llega tarde o, tal vez, demasiado pronto.
Tomar el té es toda una ceremonia encantadora y comer galletas puede ser algo muy relativo. Pensando esto me fui quedando dormida... Caí en un estrecho túnel y al final salí a un bosque infinito en cuyos claros habitaba un conejo blanco, las camas eran de helechos fresquitos, los toros me hacían correr montaña abajo abandonando mi jerseicito rojo y un ciervo azul cristal me señalaba la ruta al cielo.
Al despertar estaba ahí Alicia, era diminuta y muy mona; parecía un tanto cansada de tanto ajetreo, el sombrerero la había dejado agotada y mira que era simpático. Trepó por mis piernas diciendo: ¡Dios mío, qué alta eres! y enseguida subió por mi brazo hasta sentarse en mi mano. Sus mofletitos eran muy, muy sonrosados, respiraba muy rápido y quería contarme que la sonrisa de un gato le había dado sabios consejos y que tenía que ir con ella a conocer a unos gemelos de extraños nombres, que parecían dos huevos. Y que venga, venga, que fuera corriendo con ella a verlos. Pero de pronto, se deshizo en un mar de lágrimas a las que no podía parar y se estaba empezando a formar un charco bajo nosotras bastante incómodo, se me mojaban los zapatos. Decía que estaba harta de correr, que por su tamaño, todo le quedaba muy lejos. Entonces sacó una galleta de su bolsillo y dio un mordisco ofreciéndome a mí la del otro bolsillo, ella creció y creció y yo me volví diminuta, tanto, que me llevó entre sus dedos hasta allí, hasta donde me había prometido.

Ouka Leele

PROPUESTA 2: LITERATURA/SUEÑO

 
©Isadora ßonilla


"Pero cada mañana como todos
vuelvo del sueño donde estoy de codos
y un verso más y un día más y un paso"
(C. Edmundo de Ory)


  • Relatar un sueño real o inventado.
  • Intentarlo de nuevo desde el punto de vista de un narrador omnisciente. 
"Di tus cosas más personales, dilas, es lo único que importa, no te avergüences, las generales están en el periódico".  
Elias Canetti.

viernes, 9 de abril de 2010

UNA ENTREVISTA CON LUIS MATEO DÍEZ














Voy a resumir parte de esta entrevista que no tiene desperdicio:

"Las obsesiones son el motor psicológico de la creación... me muevo entre la misería de las manías y la grandeza de las obsesiones. Escribir, además de descubrir es cultivar la preocupación por descubrir... Para mí escribir es vivir.
Leer es parecido a escribir. Yo vivo cuando escribo y vivo cuando leo. Me entero de gente, aventuras y destinos que jamás conocería en mi vida cotidiana y me enriquecen en un grado muy intenso de experiencia...
Te acercas a lo imaginario por medio de la lectura, no por el espontáneo acceso de tu pretensión escritora. Pero se escribe por destino. Se escribe por necesidad, fundamentalmente, por una necesidad fundamentada en lo precario...
Soy una persona vitalista que siente la precariedad de no poder vivir cuanto quisiera. Por eso me amparo en la creación. En términos estrictamente vitales, escribir es una necesidad que responde a una precariedad. Y leer es aquello que abre la posibilidad de llevarlo a cabo...
...(Los mundos imaginarios) son realidad-alternativa frente a la realidad-real. Las geografías imaginarias y los entes de ficción que habitan mis novelas son totalmente reales. Los seres humanos tenemos un punto intelectivo de percepción y sensibilidad que nos posibilita vivir aquello que no está en la vida. Puedes conocer seres humanos fascinantes y vivir extraordinarias historias amorosas pero es complicado que llegues a un conocimiento tan límite como el que puedes experimentar ante Ana Karenina, Ana Ozores o Emma Bovary.
...El narrador no sólo ilumina las circunstancias y los sucesos, además tiene una percepción visionaria...
No has de tener un conocimiento exhaustivo de la trama. La novela es una aventura de descubrimiento, y no desvelas hasta que vas inventando lo que escribes."
Turia, revista cultural, nº 93-94



ESPACIO Y TIEMPO

Laura se despierta con la sensación de no poder respirar ni un minuto más en el espacio familiar. Se siente asfixiada. Acaba de cumplir treinta años y continúa viviendo en la casa de sus padres. Es hija única y querida, pero no puede soportar el clima enrarecido que, poco a poco, se ha adueñado de la pequeña vivienda, a causa de las continuas discusiones entre sus progenitores. No hay motivos graves, sólo un montón de pequeñas miserias cotidianas que han minado el cariño entre ellos.
Ella, por fin, acaba de conseguir su primer empleo como fotógrafa en una pequeña empresa de publicidad. Su sueldo no le da para mucho pero tiene que intentar independizarse. Durante el tiempo del almuerzo anota algunas direcciones de pisos en venta, hojeando el periódico del bar, donde cada día toma café en compañía de algunos compañeros de trabajo.
En cuanto termina su jornada laboral, hace algunas llamadas. Ha visto un piso de sesenta metros, en una pequeña calle escondida en pleno corazón de la ciudad, por sesenta mil euros. Por supuesto ella no dispone de esa cantidad, ni siquiera tiene mil euros en su cuenta pero tiene un contrato y una nómina y “a lo mejor el banco...” piensa mientras se dirige con paso rápido a su cita con el empleado de la inmobiliaria.
Cuando llega a la dirección exacta, se encuentra con el agente que la espera con un manojo de llaves en la mano. La calle es estrecha y hay poco tráfico, por lo que resulta muy tranquila a esa hora punta de la tarde. Se queda mirando unos instantes la fachada del edificio, le parece horrorosa, algo inusual, está revestida con azulejos que recuerdan a una cocina o a un cuarto de baño trasnochados. Suben al cuarto piso. En el ascensor se encuentran con unos, supone, vecinos latinoamericanos que los saludan cordialmente. Eso le agrada, está harta de la apatía de la gente de su barrio.
Entra en la casa, un hedor a polvo y abandono la impulsa a salir corriendo y suspender la visita, pero se resiste mientras el agente abre todas las ventanas y deja entrar una ráfaga de aire fresco de la calle. Lo que ve sigue disgustándole. La casa tiene una extraña distribución: el salón está en el centro y no da a la calle ni a ningún patio interior, la decoración se compone de muebles viejos y desvencijados que no merecen la calificación de antiguos, el mal gusto reina por doquier. La cocina es pequeña, está desordenada y sucia, da a un patio interior a través de una pequeña galería donde hay un tendedero escacharrado. El pequeño cuarto de aseo con ducha la tira de espaldas. Está deseando salir de allí. Le falta ver las habitaciones del fondo, dos pequeños dormitorios que dan a la calle. Entra en el primero de ellos y se queda absorta mirando sin pestañear: Hay una pared desconchada al fondo, pintada de azul celeste; en la parte de arriba, a la derecha, una antigua fotografía en blanco y negro con un marco dorado, muestra a una hermosa joven de sonrisa deslumbrante, ojos brillantes y pelo ondulado peinado al estilo de los años treinta. Abajo, a la izquierda, una silla de ruedas vacía reposa sobre el suelo. Laura se queda sin habla. En su imaginación transcurre toda una vida en cuestión de segundos, la de la hermosa joven que, probablemente, acabó sus días postrada en aquella silla. El agente la mira con extrañeza esperando una reacción. Ella saca su cámara de fotos e inmortaliza el instante desde varias perspectivas.
Salen de la casa en dirección a la inmobiliaria. Su ánimo ha cambiado. Ha decidido comprar el piso. Se compromete. Firma unos contratos. Al día siguiente habla con el director de su oficina bancaria, pide un crédito de noventa mil euros. Lo tiene todo planeado. Su cabeza trabaja deprisa cuando tiene las cosas claras. En el banco no le ponen ninguna pega. Le dan el dinero con un préstamo a interés variable, a pagar en treinta y cinco años.
Su actividad ya no cesa, no tiene tiempo que perder, habla con albañiles, carpinteros, electricistas, pintores. En tres meses no queda ni rastro de la antigua vivienda. Se ha convertido en un loft espacioso, ideal para una persona sola. Ha tirado tabiques, ha cambiado suelos, ventanas, cocina, aseo, todo nuevo y moderno. La decoración es mínima, apenas ha puesto muebles, sólo lo absolutamente imprescindible.
Llega el día de decir adiós a sus padres. Las lágrimas resbalan por el rostro de su madre. Su padre se mantiene firme pero tiene el corazón encogido. Ella se va sin mirar atrás. Acaricia la llave en el bolsillo de sus pantalones. Esa llave le permitirá convertirse en la persona que quiere llegar a ser.
En su nueva casa ya está todo dispuesto, tiene la nevera llena de los alimentos que ella prefiere: comida sana y ligera. Sólo falta un detalle. Lleva una bolsa grande con un paquete envuelto dentro. Entra y lo primero que hace es desenvolverlo. Se trata de una fotografía en blanco y negro, ampliada y enmarcada, de las que hizo el primer día que entró en aquella casa. La cuelga en la pared, bien visible, en un lugar privilegiado de la vivienda. Le ha puesto un título en latín: Tempus fugit.
Se sienta en el sofá y mira esperanzada la luz del atardecer que entra por la ventana.

domingo, 4 de abril de 2010

NIGELLA

Nigella, Nigella
que ni corre ni vuela
pero mete candela

Nigella damaobscena
cuado se suelta la melena

Nigella rubendarina
de labios de mandarina

(pues mandan hasta en la China)

Me escribe cartas en chino
y con su bata de seda
hasta las mientes me enreda
y me tiene muy mohino

Su humildemente minino
Le sonríe desde el árbol
y observa con atención
y golosa reflexión
sus pasos de bailarina
luna llena en la piscina


Marramamiaau
¿carne o pescao?


pues ni corre ni vuela
pero mete candela

y se estira en la pecera

Damián.