sábado, 12 de marzo de 2011

SOLEDAD

-¿Por qué me mira así? Se preguntaba María cogiendo el retrato de su difunto marido en la mano y dándole la vuelta. Parece que todo el día me vigila. Fernando quedó de espaldas al salón. ¿Y qué si lo hice? Sabías que no te faltaba mucho y no quería que sufrieras más. Pequeñas dosis de cianuro, que no dejan huella, disueltas en tu medicación. Sí, ya sé que no te dije nada, ni tú tampoco me lo pediste. No hacían falta las palabras.
Una lágrima resbalaba por su rostro mientras giraba la fotografía de nuevo.

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