"Siempre he creído que cada cual tiene una historia que sólo él puede contar... dentro de cada uno de nosotros hay un caudal de experiencias únicas, intransferibles, un modo más o menos insólito de ver la realidad, que en la mayoría de los casos no llega nunca a salir a la luz. Es más: a menudo ni siquiera nosotros llegamos a sospechar la existencia de ese mundo interior. Supongo que por eso es tan difícil cumplir el viejo precepto filosófico del Cónocete a ti mismo, y por eso también la originalidad, estando tan cerca de nosotros, es un bien raro de encontrar.
Y, sin embargo, no sabemos vivir sin rebobinar de vez en cuando en nuestra vida y rescatar imaginariamente algo del tiempo que se fue para siempre. Es inevitable: somos narradores, y nosotros mismos constituimos la materia básica de nuestras narración.
Hasta quien nada cuenta está siempre contando, reordenando el pasado e indagando en ese oscuro mundo interior que nos habita sin apenas saberlo. Quien lo dude, no tiene más que ver cómo de día vivimos y de noche soñamos. Con el sueño nos contamos la vida de otro modo. Desde una propuesta insólita. La vida y los ensueños son hojas de un mismo libro, nos dice Schopenhauer. Su lectura de conjunto se llama vida real." Luis Landero (continuará).
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