sábado, 1 de mayo de 2010

SE HACE CAMINO AL ANDAR

Adela escuchaba absorta la ponencia de aquella profesora madura, Teresa Cifuentes, doctora en Ciencias de la Información, que versaba sobre la mujer en el mundo de la publicidad.
-Son muchos los artículos, comunicaciones y conferencias que, de una u otra forma, abordan el ya “clásico tema de la publicidad sexista”. La cuestión del género y su proyección en los contenidos mediáticos, y concretamente en los discursos publicitarios ha sido ampliamente tratada –comenzó de esta forma su exposición.
Ella la miraba sin pestañear fijándose, al mismo tiempo que la escuchaba, en su aspecto severo, su impecable traje de chaqueta, y su media melena canosa y perfectamente peinada. Su voz firme y bien modulada seguía sonando en el auditorio:
-En este sentido, lejos de reiterar en esta exposición la continuada representación discriminatoria de la mujer en la publicidad, mi objetivo es plantear una reflexión de fondo sobre la situación contradictoria de la mujer actual y su dificultad de proyección en los medios de comunicación –seguía diciendo la profesora.
Adela se dio cuenta de que esta vez no iba a escuchar el mismo rollo de siempre y empezó a tomar notas en su bloc esperando encontrar alguna clave que le permitiera entender mejor el mundo y a sí misma.
Ella era modelo publicitaria desde los 18 años, ahora contaba 40 y seguía teniendo una imagen envidiable que cultivaba con esmero a base de dietas, ejercicio, buen humor y una vida privada bastante equilibrada a pesar de los contratiempos que de vez en cuando surgen en todas las vidas y de los que es imposible escapar.
La verdad es que encontraba tiempo para todo, hacía dos años que había iniciado la carrera de Publicidad en la UNED pensando en un futuro profesional diferente cuando la tersura de su piel y su escultural figura fueran cediendo con el paso de los años y porque tenía otras inquietudes que deseaba desarrollar.
-A lo largo del siglo XX la mujer se incorpora a una ciudadanía típicamente masculina y a un espacio público que le había sido tradicionalmente vedado –continuaba la profesora Cifuentes.
Mujer, tanto como masculina no diría yo –se decía a sí misma Adela- una cosa es querer igualdad de oportunidades y derechos y otra muy distinta es tener una “ciudadanía típicamente masculina”. También muchos hombres adoptan hábitos típicamente femeninos: cuidan su línea, se depilan…
-Hoy las mujeres se benefician de variadas posibilidades de trabajo, ocio y viajes, al mismo tiempo que los nuevos padres y maridos hacen propias las tareas domésticas: cocinar, limpiar y cuidar a los niños. La publicidad, como reflejo de la sociedad, muestra a los hombres “intentando” realizar las labores del hogar con cierto éxito…
Sí, era verdad –pensaba Adela- pero en los anuncios de este tipo en los que ella había participado estos hombres aparecían como héroes y la mujer seguía cumpliendo su función esencial en el seno del hogar. Aunque en alguno que ella recordaba toda la familia se ve obligada a tomar un digestivo después de la exquisita comida de papá. En realidad no era muy diferente de lo que pasaba en su propia casa. Ella amaba a su marido y le estaba muy agradecida porque, a pesar de tener mucho trabajo, siempre estaba dispuesto a echar una mano en casa con los niños, improvisar una cena, poner una lavadora o hacer la compra en un supermercado. Sí, definitivamente era una mujer afortunada.
-Cada día somos más las mujeres que nos hemos incorporado en masa al mundo laboral, asumiendo en muchas ocasiones grandes responsabilidades, a costa también de no pocos esfuerzos y sacrificios…
Que se lo dijeran a ella, las horas que le robaba al sueño para preparar un examen, las continuas carreras para llegar a todos los sitios y cumplir con sus numerosas obligaciones. Pero Jorge siempre estaba allí, ayudándola, supliéndola cuando su trabajo o sus estudios la hacían ausentarse y “descuidar” su papel de esposa y madre.
-La misma dificultad que tienen las mujeres de convivir con su propia situación contradictoria, la tienen los creativos publicitarios a la hora de la proyección mediática del imaginario femenino…
La verdad era que todo estaba cambiando pero todo seguía siendo un poco igual. Definitivamente, la mayoría de sus amigas y conocidas se habían convertido en supermujeres que compaginaban su vida laboral con la familiar y sólo algunas, como ella, tenían la suerte de contar con un marido tan dispuesto.
-No obstante, se muestran algunos cambios lentos en el discurso publicitario que acercan a una aparente igualdad de géneros combinados con múltiples estereotipos tradicionales…
De esos desde luego no faltaban, de los tradicionales y lo que más rabia le daba a ella era que cuando se trataba de padecer hemorroides, usar dentadura postiza o enfrentarse al estreñimiento siempre aparecía una sufrida mujer como principal protagonista. Ella, sin ir más lejos, acababa de rodar un anuncio de laxantes.
-Las mujeres se han ido incorporando al mundo del trabajo, la política y el ocio en proporciones nunca antes vistas y esto ha supuesto un impacto sobre la familia donde los papeles se han ido reinventando a veces con más culpa que felicidad. La demanda social debe impulsar el ritmo de ese cambio en el discurso publicitario que es mucho más lento que el propio cambio de la sociedad. Pero no desesperemos: “se hace camino al andar”.
Adela agradeció la exposición con unos cuantos aplausos y salió precipitadamente de la sala porque en media hora tenía que llevar a su hija pequeña al dentista, mientras Jorge se hacía cargo de comprar y preparar la cena de los jueves con sus amigos de siempre.

2 comentarios:

  1. Esta mañana lo he llevado al Ayuntamiento. Me han hecho pasar el sobre por el escáner, con peligro de afectar la copia en CD que llevaba dentro y, para postre, como llovía mucho la máquina estaba llena de agua de objetos anteriores y me han mojado todo el sobre, las letras escritas a pluma que llevaba parecían llorar de pena. Seguro que gano.

    ResponderEliminar
  2. Está muy bien. Ya he encontrado el modo de enviar correos con acuse de recibo. En mi ordenador no se puede. No tiene esa opción.
    Pero tú, vas a "opciones" y allí puedes seleccionar el acuse de recibo. Si quieres prueba y puedes enviarlo, por si acaso...
    Eso sí, he pensado editar una dirección sin mi nombre para estos casos, no sea que desestimen el relato por ir firmado. Por ejemplo en el caso de "Sobre tu tumba".
    :))

    ResponderEliminar